Elza Oegema

¿Cómo poder describir en unas pocas frases lo que tiene de especial y divertido Almedina? Una tarea casi imposible. Desde el momento en que llegué me sentí bienvenida y empecé a recorrer el pueblo, a veces incluso, estando de charla con la gente, como si viviera allí desde hace muchos años. Por la mañana iba a clases de español en el antiguo y bello ayuntamiento, impartidas por profesores muy simpáticos y apasionados. Y cada tarde un programa variado. No me iré de la lengua. Mejor, ¡ven para experimentarlo por tí mismo! Todo me pareció espléndido. Al final de la semana, celebramos la Feria y Fiestas en honor a la Virgen del Rosario en Almedina. Incluso, una familia a la que no conocíamos, nos invitó a cenar a su casa. ¡Qué hospitalidad! El buen tiempo, el bello entorno rural, la buena comida, la intimidad del hogar del grupo de estudiantes, la hospitalidad de los habitantes… ¡La mezcla de todos estos ingredientes aseguran una experiencia inolvidable!

Richard Krol

“Cuando llegué a Almedina, ya hablaba bastante bien el español. Para mí no se trataba realmente de aprender la lengua, sino la cultura. ¿Qué mejor lugar para conocer la cultura española que un pequeño pueblo en mitad de la Mancha, el lugar donde Don Quijote llevó a cabo sus aventuras? A primera vista, Almedina no parecía un lugar con muchas posibilidades, sin embargo, no hubo un día en el que pudiésemos aburrirnos, gracias a las actividades preparadas. Cogimos uva, vimos toros corriendo por las calles, participamos en una gymkana y visitamos un castillo. Nunca olvidaré el contacto que tuve con la gente, costumbres y tradiciones que llegué a conocer. Además, ¡fue realmente gratificante compartir esta experiencia con otros estudiantes!”

Jannie Haverkamp

¡Qué gran experiencia aprender el español durante una semana con compañeros entusiastas y muchos vecinos simpáticos del pueblo de Almedina! Por la mañana recibimos clases de un grupo de entrañables españoles y por la tarde nos ofrecieron divertidas actividades como asistir a un cumpleaños local, excursiones a pie, un taller de hacer jabón de aceite de oliva. Cada día nos preparaban una espléndida comida española. Y las fiestas del Rosario al final de la semana, fueron simplemente, maravillosas. Las disfrutamos desde la mañana hasta la tarde. Cuando regresamos a casa, estábamos cansados ​​y satisfechos, con Almedina en nuestros corazones para siempre.

Annick Schür

“La semana en Almedina fue excelente. Para mí fue más que una escuela de español. Durante toda la semana un involucrado grupo de españoles cuidó de nosotros. Por la mañana nos daban clases, pasando las noches juntos en un bar o una terraza. Durante el día, cocinaban para nosotros maravillosos menús; para después conocer el entorno con un grupo de amigos. Fuimos los únicos turistas del pueblo y nos sentimos realmente bienvenidos. Es por esto que tuvimos una experiencia única y auténtica. La fiesta anual del pueblo fue el final perfecto para la semana. ¡Todos hablando, riendo, bebiendo, bailando!»

Wouter Reijngoud

«Antes de mi experiencia en los cursos de inmersión lingüística de Almedina, mi nivel de español se reducía a las palabras ‘Si’ y ‘No’. Una semana en Almedina fue suficiente para elevar mi nivel de español, de tal manera que pude tener conversaciones en esa lengua tanto con mis compañeros de estudio como con la gente de Almedina. Lo que más me gustó de los cursos fue la combinación de clases por la mañana y actividades culturales por la tarde. Pude hablar en español durante todo el día, lo cual me permitió aprender rápidamente.»